A finales de la década de los 50, Maddalena De Padova, una mujer enérgica e intrépida lanzó su empresa de muebles de diseño homónima, transformando la visión predominante con la que se concebía el hábitat en Italia.
Este viaje empezó por casualidad en 1955, mientras ella y su esposo Fernando, disfrutaban de unas vacaciones en Copenhague. El norte de Europa les inspiró con su simplicidad y su luz, enamorándose por completo del espíritu del diseño escandinavo.
A su vuelta ese mismo año, Maddalena y Fernando comenzaron a importar muebles escandinavos a Italia, y aunque este estilo actualmente a nosotros nos es muy familiar, para la Italia del momento, fue un hito insólito. Los italianos estaban acostumbrados al estilo monumental, a las casas milanesas con muebles hechos de madera oscura y pesados cortinajes en las ventanas. Escandinavia era realmente otro mundo y en aquel momento la modernidad habitaba allí.
En 1956, el matrimonio De Padova abrió una sala de exposiciones en el centro de Milán, desde dónde distribuían los magistrales diseños escandinavos de Alvar Aalto, Arne Jacobsen y Poul Kjaerholm entre otros.
Tras el éxito de la estética nórdica en Italia, diez años más tarde, su sala, ubicada en el elegante Corso Venezia Milanés, se había convertido en una visita obligada y contaba con las reproducciones autorizadas de las obras de George Nelson, Alexander Girard y los Eames, mediante la creación de la división ICF, para producir y distribuir en Italia diseños del sello norteamericano Herman Miller.
En 1967 tras enviudar, Maddalena De Padova lideró sola la compañía, supervisando la producción y la distribución. En la década de los 70, el maestro Vico Magistretti empieza la que será la colaboración más larga y fructififera de De Padova, diseñando una colección de muebles de oficina.
A principios de los 80, Maddalena decide vender ICF y da un nuevo giro a la marca convirtiéndola en la editora de su propias colecciones bajo la marca registrada De Padova. Casi al mismo tiempo la empresa funda “Edizioni De Padova”, que luego se convertirá en “è De Padova”, con la colaboración de grandes diseñadores como Achille Castiglioni, Dieter Rams y Vico Magistretti.
Maddalena De Padova consiguió crear una marca en la que los diseños no están conectados por su estética, si no por su atemporalidad. La dama del diseño italiano, concibió su marca como su propio hogar, los diseños que forman su catálogo son piezas que ella tendría en su hogar. De esa forma se concibe la belleza que envuelve la firma italiana, gracias a la capacidad que tienen sus diseños de unificar cualquier espacio y volverlo un calados, acogedor y hermoso hogar.
Fuente: DE PADOVA | DOMESTICO SHOP